sábado, 13 de abril de 2013

EL ESPÍRITU DE LAS ARTES MARCIALES. FEARLESS, LA PELÍCULA.

¿POR QUÉ PRACTICAMOS UN ARTE MARCIAL?



     Las Artes Marciales, en general, sean aquellas las que sean y provengan de donde provengan, hacen que el neófito tenga que pasar por tres estadios, perfectamente diferenciados, que marcan su madurez en la práctica de la que haya elegido, (todo ello sin olvidar que no hay un Arte Marcial mejor que otra, ya que todas buscan el mismo fin aunque sigan caminos diferentes. Esto me lo oirán decir muy a menudo), las diferencias las marcan aquellos que, sin ser verdaderos Artistas Marciales, por tener una actitud equivocada o por no tener el nivel suficiente, quieren destacar intentando convencer que su "arte marcial" es la única, la más completa y la que mejor le va a defender en un momento de necesidad.


De niño perdió una pelea con uno mayor que él y juró que nunca más perdería un combate.


     Nada más superfluo, si nos paramos a pensar que, hayan surgido de donde hayan surgido, (no viene al caso), la realidad es que todas ellas sirvieron en su momento para que los que las utilizaban y dominaban pudiesen salvar sus vidas ante asesinos, enemigos o gente que quería abusar de su fuerza aparente para conseguir lo que querían, apabullando a los más indefensos para conseguir beneficios a costa de los más débiles.



Cuando creció debía demostrar que era el mejor, peleando constantemente y satisfaciendo de esa forma su ego.

     Los tres estadios por los que todo neófito debe pasar son:
     1º) Adaptación a la disciplina.- Antes de hablar de este primer estadio, debemos saber que los que se apuntan a un gimnasio, con la idea de practicar un Arte Marcial, pueden tener tres razones diferentes.
     1º- Los que son bastante apocados, tienen miedo de los camorristas y les gustaría saber "algo" que en su momento puedan utilizar, si alguna vez se encuentran en cualquier situación comprometida. Son los más numerosos, les encanta ver películas de acción y les gustaría ser tan decididos como los protagonistas de las películas que ven. ¡Ni qué decir tiene que las que más les gustan son las de Artes Marciales!
    2º- Aquellos que no sienten curiosidad por el Arte Marcial; les da igual la que puedan practicar ya que sólo van a "machacarse", haciendo deporte duro. Si además les puede servir de algo...
    3º- Los que se han informado, han practicado varias Artes Marciales buscando la que más les gusta y mejor se adapta a su forma de ser y a su constitución, con la intención de que cuando la hayan encontrado, comenzarán a practicar con ganas intentando conocerla y dominarla lo más posible, pretendiendo hacer de ello una forma de vida. Son los menos y no todos encuentran lo que buscan, pero los que lo encuentran llegan a ser verdaderos Artistas Marciales.



No desaprovechaba ningún reto y siempre se hallaba dispuesto a competir con quien fuera, donde fuera y a la hora que fuera.

     Después de este inciso continuemos con esa "adaptación a la disciplina". Veamos qué es lo que encuentran al llegar a un gimnasio. Lo primero que ven, cuando deciden pisarlo, (pues libremente queremos que nos enseñen esas técnicas que tan bien se ven en las películas, para aprender a defendernos y ser como esos actores que habitualmente vemos), es que aquello no se parece en nada a lo que esperaban. Creían que nada más empezar iban a aprender la forma de pegar puñetazos y patadas; por el contrario se hallan saturados de ejercicios que no pueden aguantar y se encuentran que no pueden ni con su alma, y eso que acaban de empezar la clase. Nunca esperaban que para aprender a pelear tendrían que pasar por esta disciplina.



Sin importarle el número de enemigos ni si iban armados o no. El caso era vencerles y dejarlos en ridículo ante todos.

     En este punto hay algunos que después de dos o tres días no vuelven y otros que dicen: "Estaré este mes, por lo menos, para aprovechar que ya lo he pagado". La mayoría de ellos se retiran cuando finaliza el mes (o tal vez aguantan otro más, a ver qué pasa...) y sólo algunos, en ese escaso tiempo que han conocido el Arte Marcial elegido, ha visto algo diferente, o se ha fijado en algún compañero más avanzado y ve lo que consigue, decidiéndose a "seguir probando" hasta saber si él es capaz de hacer esas mismas cosas. La mayoría de estos continuaran y algunos llegarán a ser buenos practicantes e, incluso algunos, buenos profesores.



Cuanto más fama de invencible tuviese su enemigo más disfrutaba él con sus victorias.

     2º) Conocimiento de las técnicas.- Nos damos cuenta de lo arduo que es el camino, para conseguir aquello que tan fácil nos parecía en esas películas que hicieron que nos apuntásemos a este gimnasio, pero ya nos hemos dado cuenta que no es tan fácil. Hemos visto, además, como muchos de los que entraron con nosotros y algunos que lo hicieron después, han decidido dejarlo. A nosotros no nos afecta, ahora que ya estamos dominando las patadas y puñetazos..., "no me importaría tener algún altercado para ver si esto es realmente efectivo o no, aunque la verdad es que me da miedo enfrentarme a alguien. Bueno, si alguna vez se meten conmigo intentaré defenderme con las técnicas que me están enseñando".



Cuando perdió aquello que más quería, por culpa de una venganza, empezó a pensar con claridad y se dio cuenta de lo que hacía, aunque ya era tarde para evitar las consecuencias.

     Y continúa practicando con la única finalidad de aprender bien a defenderse. Si para ello debe dominar las técnicas que ve que son capaces de hacer los cintos negros, ¡él llegará a cinturón negro! ¡Así podrá ir tranquilo por la calle en este mundo tan agresivo que le ha tocado vivir!



Se arrepintió de su vida pasada y decidió apartarse de todo, vagando solo por el mundo sin tener ilusión por nada.

     3º) Comprender y aceptar el camino que ha elegido.- A pesar de las ideas iniciales, todavía se plantea un dilema cuando empezamos a darnos cuenta que el cinturón negro que veíamos tan fácil no lo es, que debemos de dar mucho de nosotros mismos si queremos llegar a ser alguien en ese Arte Marcial que elegimos. Muchas veces (cada vez más) nos preguntamos: ¿Qué hago yo aquí? Con lo bien que estarán ahora mis amigos tomándose una cervecita y yo haciendo aquí el idiota. No sé qué hacer, si irme con ellos o continuar pasándolo mal con los ejercicios que me obligan a hacer todos los días que vengo. ¡Pero después de todo el tiempo que llevo, no me voy a ir ahora que estoy cogiendo soltura en todos esos ejercicios que antes me costaba mucho hacer, e incluso algunos de ellos que no podía ejecutar ya los voy consiguiendo realizar! ¡Aguantaré un poco más!



A punto de morir, fue recogido y salvado por personas muy humildes, que le enseñaron otro estilo de vida.

     Un día, si tiene un buen profesor que dedica parte de las clases a instruir éticamente a los alumnos de mayor grado y de otra forma mucho más importante a aquellos que están llegando nuevos, vislumbrará una pequeña luz que le hará comprender que lo que está haciendo no consiste en aprender a pegarle a los demás; verá de golpe que él se ha enriquecido muchísimo con esa "cosa" que un día decidió hacer. Ya no podría dejarlo. Sin ello le faltaría algo en la vida.



Él aprendió la lección, convivió con ellos, trabajó para ganarse su sustento ya que no nadaban en la abundancia y, por primera vez en su vida, tuvo amigos en los que poder confiar.

     En ese momento es cuando empezará a ser un verdadero Artista Marcial, pues ha comprendido de golpe que ha conseguido vencerse a sí mismo. Tiene una seguridad en él, al saber esto, que le hace ir sin temor por la vida; procura evitar las peleas, pues se da cuenta que aquellos que las buscan son personas inseguras que intentan demostrar a los demás lo buenos y fuertes que ellos son.
     Él sabe lo que es y no necesita demostrárselo a nadie, ni tan siquiera a sí mismo. Esa época ya pasó para siempre.
     ¡Qué afortunado soy de tener esto! ¡No puedo quedármelo para mí solo, debo de enseñar a más gente a conocer y comprender lo que son las Artes Marciales! ¡Pero con humildad! ¡Que ellos también puedan un día conseguir esta grandeza! Ahora recuerdo mi época de principiante y me doy cuenta del gran error que me motivó a apuntarme al gimnasio, pero gracias a ese enorme error ahora sé lo que es esto y sé hasta dónde he llegado.
     ¡Ahora sí puedo decir que soy un verdadero Artista Marcial!



Sólo volvió a combatir, sin ira, para evitar que su país fuese invadido, siendo respetado hasta por sus enemigos.

     Os aconsejo que el que pueda vea la película Fearless (Sin miedo), de Jet Li, de ahí es de donde han salido todas las fotos que intercalo.
     En la película se ven perfectamente todos los estadios por los que pasa aquel que comienza a practicar, con la sola idea de utilizar esos conocimientos para saber pelear y vencer a los demás y cómo el tiempo, su experiencia personal, más la inestimable ayuda de un gran amigo, casi un hermano (que en la vida real debe ser el profesor de cada uno, si tenemos la suerte de aprender de un buen Maestro) consiguen modificar una actitud negativa en algo muy bonito y muy de las Artes Marciales chinas. ¡No importarle dar su vida por cumplir sus ideales!



Prefirió perder un combate antes que matar a su enemigo con un golpe. Murió al ser envenenado por los enemigos de su país, aunque su recuerdo perduró en amigos y enemigos.

ESE ES EL ESPÍRITU DE LAS ARTES MARCIALES.

     Espero que os guste y que aprendáis todos la realidad de "eso" llamado ARTES MARCIALES.



1 comentario:

  1. Me haencantado sifu, una entrada magnifica, con muchisima razon, es mas yo incluso estando con otitis como hoy he decidido ir a enseñar a los compañeros del kwon!!

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